Ayer en "Miradas" de la 2 salía Rosa Montero diciendo que somos palabras que ansían un significado. Hablaba de la necesidad de comunicarse y del vacío enorme que te queda cuando pierdes a alguien y piensas en aquello, tan típico pero tan real, de todo lo que hubieras querido decirle y te quedó ahí dentro. No hace falta, pienso yo, que alguien se muera para que lleguemos tarde, puede simplemente irse, alejarse, senzillamente puede que nuestros caminos que un día se cruzaron vuelvan a separarse y ya está... ya pasó el momento, ya no puedes decirle lo que querías. Así que mi llamamiento de este lunes casi primaveral va por las palabras, por decirlas, para que no queden ahogadas en nuestra garganta, o peor aún en nuestro corazón... queriendo salir y no pudiendo.
Las palabras nos hacen libres porque, al soltarlas, nos permiten respirar mejor... Es como si cada palabra que sale fuera un nudo que se deshace...
Alguien dijo que sólo siendo completamente libre se puede bailar bien, se puede escribir bien y se puede hacer bien el amor, así pues seamos libres y dejemos a las palabras sonar tan bien como saben.
Carlos querido, escribo esta entrada en castellano, para que luego no digas que no me lees porque no me entiendes ;)
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