Avui és el dia.

Avui és el dia.
"Sing, sing at the top of your voice, Love without fear in your heart. Feel, feel like you still have a choice...If we all light up we can scare away the dark"

miércoles, 14 de octubre de 2015

Cerca del cielo... BY LAIA

Fa molt temps que dic que vull marxar de Barcelona, que no cal que sigui gaire lluny ni a cap lloc exòtic o molón d'aquests on se'n van els erasmus, que ja no tenim 20 anys. Només marxar una mica cap amunt, més cap a la muntanya, per respirar aire pur, que aquí m'ofego... i en aquest últim any i mig ja m'he cremat. Només marxar una temporada, una mica més a prop del cel. I crec que ja n'hi ha prou de dir que algun dia ho vull fer i que ja és hora de posar-se les piles, així que poso modo "ON" a la "MISIÓN MONTAÑA", ... ja us aniré informant.

Això només era una breu, molt breu introducció, va... voy a seguir en castellano para que Carlois no se queje luego y no tenga excusa para no leerme; como decía, que ésto era sólo una breve introducción para rescatar un tema del que hemos escrito a menudo en este blog: el presente (que ya sabemos que es un regalo y por eso se llama así).
Cuando somos unos niños nos parece que lo seremos siempre, que nuestros padres siempre serán jóvenes y que la casa de nuestros abuelos siempre estará abierta y será un lugar acogedor, cálido y feliz.

Un poco más tarde, de adolescentes, vemos que no seremos siempre niños (algunos alegrándose y otros lamentándolo), además pensamos que nuestros padres son de otra especie marciana que no entiende nuestro idioma... la casa de nuestros abuelos sigue siendo un buen refugio. Y seguimos sin ser muy conscientes de que un día tendremos más preocupaciones que el grano que nos ha salido en la punta de la nariz y de que llegará un momento en el que el futuro no será algo tan lejano y las decisiones tendrán que tomarse, en lugar de imaginarse o suponerse.
Vas creciendo y ves que para tener todo aquello que querías tener y para ser todo lo que soñabas con ser, habrá que hacer algo, que, ¡mira tú por dónde! no es algo que llega porque sí, sólo porque toque, que no nos licenciamos sólo por tener la edad, que por ser mujeres adultas (u hombres adultos) no nos volvemos altos y adinerados. Yo, cuando era pequeña, creía que cuando cumpliera como treinta, sería alta y tendría dinero... vamos a dejarlo aquí. Que no tenemos ni una casa con jardín ni maridos o mujeres e hijos, sólo porque pensábamos que a esta edad los tendríamos. Vemos que todo hay que currárselo... unos más que otros, pero la vida es así (también, con la edad, vemos que no siempre es justa). Y aprendemos un poco del marciano ese que tan bien hablaban nuestros padres... Y la casa de nuestros abuelos, a veces, pasa a ser un lugar en el que refugiarse, en sueños melancólicamente felices y entrañables,

Vemos que una parte del futuro ese que proyectamos se está convirtiendo en presente y que habrá que coger las riendas y decidir hacia dónde vamos, o decidir dejarnos ir, pero porque lo hemos querido así.

Total, que nos acercamos a los 35 y nos decimos ¿oye, yo no quería irme a vivir a la montaña?, pués quizá que empiece a mirar para arriba, ¿verdad?.