Hoy un amigo me decía lo bonita que es su ciudad cuando llueve...
Y me he acordado de ese día de verano, en Barcelona, cuando mi madre luchaba contra el vendabal intentando cerrar los porticones de las ventanas, con un vestido hippy azul eléctrico (quizá no era hippy, quizá no era eléctrico, ... quizá la lluvia y los años han distorsionado la realidad). Y mi primo y nosotras, muy pequeñas e ingenuas (que sí, que un día lo fuimos), la mirábamos alucinados desde un rincón del comedor... y el agua entraba y mojaba las patas de la mesa de mármol, y nosotros nos reíamos, que todo es muy divertido cuando tienes 5 años.
Y me he acordado de un día saliendo del instituto, con Ingrid, que también llovía, llovía muchísimo. Íbamos corriendo hacia casa cuando decidimos que... ¡QUERÍAMOS MOJARNOS!, y volvimos atrás, a los jardines de la Maternitat, al ladito del "insti", y corrimos dando vueltas por el césped hasta quedarnos empapadas... y también nos reíamos mucho; que cuando tienes 15 años no es TODO tan divertido... pero las cosas que lo son lo son mucho, porque todo es exagerado y estás medio loco... y todo es o súper fantástico o una tragedia griega.
Y he recordado también una noche en Calella, en el rompeolas cerca de Port Bo, en la que paseábamos con sandalias y nos quedamos empapados porque las olas golpeaban alteradas por los truenos. Y era tan genial, estar allí, de vacaciones... con "ellos" ... que tendríamos ya casi 20 y todo era distinto, pero el verano siempre sabe a cosas buenas, aunque después sepa a nostalgia. Nunca olvidaré esa noche en el rompeolas, ni el cielo ni el mar nos daban tregua y éramos muy felices... y lucíamos vestidos y uñas de colores... y estábamos morenas ;) .
Y podría seguir recordando muchas lluvias, que traen momentos tan bonitos...
como las piedras que reflejan los rayos de sol después de la tormenta, de las que me hablaba mi amigo.
Jo recordo un dia, quan en tenia 22, estava a Santiago amb el papa, dins d´un cotxe llogat. I parlava per missatge amb un noi que havia conegut. I aquella pluja a fora, i aquells nervis a dins...em semblaven fantàstics.
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