Hoy comienza el verano.
Y lo primero que me viene a la cabeza es una canción que le gustaba a mi madre (que supongo que le sigue gustando, aunque mis recuerdos son de hace tiempo ya), que decía algo así como que "cuando llegue el verano y el sol entre antes en mi habitación, olerá a café ese viento cálido de un mar al que yo quería llevarte" (thanks pequeña RuRu).
Quando l'estate verrà
e quando il sole entrerà
più presto nella mia stanza.
Profumerà di caffè
quel vento
caldo di un mare
dove io ti devo portare
e quando il sole entrerà
più presto nella mia stanza.
Profumerà di caffè
quel vento
caldo di un mare
dove io ti devo portare
El olor a cloro de la piscina de casa de mis abuelos, el césped aún húmedo, recién cortado. Eso sí que es un recuerdo de verano en mayúsculas; la piscina de la calle Doctor Ferran de Barcelona. Con mis primos saltando encima de una toalla que otros 4 sujetaban por cada unos de sus extremos. Los días que avanzaban entre gritos y pelotas hinchables; subir a comer rápido rápido todos a la sexta planta, en esa mesa tan larga (que ella aún conserva aunque en un piso más pequeño), volver al agua -esperando lo justo y necesario hasta que los mayores decidían que habíamos ya, por fin, hecho la digestión. Las tardes que iban cambiando de color igual que nuestra piel. Las meriendas con sabor a albaricoques y a galletas "príncipe"; los anocheceres que nos pillaban felizmente agotados y con los labios morados...
Luego me aparecen otros finales de junio más untados de amor que de crema protectora... "y el verano llegará y podremos ir a bailar...".
E l'estate verrà...
potremmo andare a ballare così
De esos os hablo ya otro ratito...
Pero los veranos en la piscina con mis primos... son un recuerdo casi inmejorable. Es que eso fue enorme.
http://www.youtube.com/watch?v=lz_qgnCIjsY
Escuchadla.
Yo cuando lo hago me parece que oigo a mi madre cantarla entre dientes mientras plancha, en un piso antiguo de techos altos, con uno de sus kaftans traídos de algún viaje a algún lugar muy exótico.